Los dos días cinco familias compitieron entre ellas y se midieron entre fogones; hornos y placas de Balay han estado presentes en esta actividad.
Trabajo en equipo, organización y solidaridad estuvieron presentes en cada plato. Una cena de sábado o una cena dulce en menos de dos horas, fueron los puntos de partida para este concurso.
Un jurado estuvo atento a cada movimiento para luego puntuar y poder elegir al ganador. Se tuvieron en cuenta aspectos como la creatividad en los platos, la colaboración familiar, la limpieza y por supuesto, la presentación.
El concurso ha permitido a cada familia descubrir las habilidades de cada miembro, y mostrar que el trabajo en equipo además de ser la mar de divertido, une mucho!